“El lenguaje y las imágenes nos instruyen sobre el modo de ver la realidad”
En el abanico iconografico de la historia del arte, podemos encontrar una evolución de este concepto acerca de la mujer.
Desde medusa, que simbolizaba la maldad. Con sus cabellos formados por serpientes. Capaz de seducir e hipnotizar a ejemplos como Eva o Pandora, todas ellas constituían historias formadas con los mismos elementos señalados anteriormente.
En ejemplos de la civilización griega, romana y en la Edad Media, la figura de la mujer estaba vinculada al mal, al pecado.
La religión, atribuyó de manera constante mujer y pecado. Especial mención merece una parte de la historia entre 1450 y 1750 en la que más de 110.000 mujeres fueron procesadas y más de 60.000 ejecutadas en Europa. Fue un periodo conocido como la "caza de brujas",el pecado de todas ellas: ser mujeres.
La obra Maellus Maleficarum "El martillo de las brujas" de Carl Sagan
encerraba basicamente un lema "Toda maldad es nada comparada con la maldad de las mujeres”.
El comienzo del renacimiento supuso un resurgimiento de valores vinculados a la naturaleza, la belleza, el cuerpo...y con ello la mujer alcanzó una nueva dimensión iconográfica, no exenta de matices simplistas y sometida por antonomasia al hombre.
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