La televisión de la postmodernidad, según Correa en "Mujer, ¿la sal de la tierra, la luz del mundo?"posee una alta rentabilidad mercantil y es quizás el instrumento más eficaz para la «fabricación del consenso». Los rasgos mercantiles y politizados definen una existencia que se atiene a pocos valores más.
La televisión no se construye sola y en ese proceso de construcció, n se omite repetitivamente al espectador como parte creadora del proceso. Según Armand Mattelart (2003) , “la comunicación sigue siendo la clave del nuevo orden internacional” García Matilla (2003) afirma que conocedores del poder de este medio, los gobernantes han empleado y se siguen serviendo de sus beneficios en provecho propio.
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